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sábado, 29 de marzo de 2008

Serpientes y Escaleras


Es como si nunca fuera a volver... o como si al arrancar otra hoja del calendario, el número y el mes fueran exactamente los mismos. Como jugar serpientes y escaleras y que la puntuación en los dados se repita y se repita, terminando siempre en el mismo lugar. Como darle vueltas a la misma cuadra, a pesar de que reconoces indistintamente al viejo sentado en la esquina. Como reír y llorar descontroladamente y siempre una vez seguida de la otra... Mirar la misma fotografía todas las tardes, encontrarle los mismos errores, pensar en la misma solución…

Tener siempre los mismos buenos deseos; derramar lágrimas tras los mismos recuerdos; nombrar las culpas bajo el mismo denominador...

Es como si nunca fuera a volver. Como si no pudiera llegarle al precio; comprarle un par de sonrisas –aún forzadas-; extirparle un poco de paz.

Es -caray-, como si se hubiera escondido en el día y el mes que no quieren llegar.









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jueves, 27 de marzo de 2008

domingo, 23 de marzo de 2008

Autodestrucción

Hoy tengo unas tremendas ganas de autodestruirme. Dejar abierta la ventana, para que me asfixien los -40 grados de la noche; dormir envuelta en miel junto a algun nido de hormigas; no tomar la pastilla esa que dice el doctor me hace vivir. Escuchar y escuchar el disco aquel ya rayado, el repleto de fraces suicidas e ideas inacabadas; mirar mis cicatrices detenidamene para intentar recordar el dolor que sentia -claro, claro, lo unico que necesito es un empujoncito para cruzar la ventana- Llorarme los ojos a lo largo de la cara; matarme de insomnio y hastío; abrirme las venas con la vacante de su amor...
Y es que es dificil acordarse de cada una de las promesas que uno se autoinflinge: las ganas de vivir, la paciencia abnegada, los ojos sonrientes. A veces la esperanza simplemente se acaba, la sonrisa se borra, la palabra hace sangrar. Eso no es culpa de nadie... supongo que si lo dijo fue porque lo siente, si no lo hizo fue porque no tuvo ganas -o porque me olvidó- ¿Eso a quien le afecta? ¿Tiene alguna resonancia -aún minúscula- en el mundo de los jocosos mortales? No... no... Lo unico que tiene es este enamoramiento mio por la autodestrucción.
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sábado, 22 de marzo de 2008

Mujeres Bravas

Esto llegó a mi mail. Es muy interesante. Hombres, no crean que serán atacados.

Largo, pero valedor...



Por: Hector Abad


A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.


La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Unamujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran 'no más usted me avisa y yo le abro las piernas', siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).


A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, proponen, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estasmujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.


Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas y tienen todo el derecho de no serlo.


Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán.


Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.



Vamos hombres, !!!Por esas mujeres bravas!!!







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miércoles, 19 de marzo de 2008

En Descomposición



Nos hemos convertido en un par de seres asquerosos. Míranos, nadando entre la basura y los fetiches de todos –de aquellos que alguna vez llamamos mortales.-
Hemos aprendido a amar la podredumbre y la inmundicia; las patas de los bancos; las manchas de aceite en el boulevard.
Nos hemos convertido en la cúspide de la degradación misma; ambos mendigando cariño en las puertas equivocadas; escupiendo incoherencias solemnemente para tranquilizar nuestras conciencias de calle y arrabal.
Y hemos disfrutado de contar las larvas de nuestras heridas y cantarles nanas para alentarlas a crecer. Hemos disfrutado el olor a desechos que expiden nuestras manos, la porquería de la espera, el sabor a mierda de la infelicidad.
Nos hemos mezclado entre todo, llegando a confundir los jazmines y las ratas, buscando esperanzas desechables desechadas, listas para reciclarse a pesar de su excrementicia reacción al paladar.

Aprendimos a desintegrarnos a través de milenios, a infectar los mantos acuíferos, a fomentar el calentamiento global. Mi bien, viviendo ahora descompuestos tenemos como techo la eternidad..
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domingo, 16 de marzo de 2008

sábado, 8 de marzo de 2008

Aracnofobia

Odio a las arañas. No hay criatura en el mundo -real o ficticio- que pueda producirme semejante sensación. Las odio. A todas y cada una de ellas. A Las que muerden por necesidad y a las que matan por malicia; a las de patas de terciopelo y a las de redes de soledad.
A TODAS. Las arañas han causado la más terrible de mis pesadillas; la más longeva de mis angustias; de entre todos, el más cruento dolor.
Y pese al odio que les tengo, aún habitan entre mis sábanas; anidan en las paredes de mis sueños; en los rincones de mi corazon. Las muy malditas se arrastran entre las comisuras de mis labios; tienden su seda entre las lágrimas secas de mis párpados; dejan sus huevesillos nadando en las curvas de mi pantalón...



Las arañas. Las putas arañas… siempre ha sido su fobia mi perdición