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sábado, 4 de abril de 2009

Manifiesto Positivoide

He descubierto que en realidad la gente no desea las cosas tan fervientemente como dice. O bien que los consejos que dan no son siempre lo que verdaderamente desean para tí.

Me explico: La gente anda por la vida reclamándote lo amargada, negativa y odiosa que eres en el 99.9% de las veces en que les toca escucharte, convivir contigo, o conocer tus posturas en las diferentes circunstancias y problemáticas que la vida te plantea. Se quejan de que pienses de determinada manera, que actúes bajo determinados patrones, y que tengas los traumas que te han sangrado desde la niñez.

Por lo general esa gente tiene sus propios problemas, y en muchas ocasiones son cosas que tú -un ser humano insensible, para hablar en su terminología- no comprendes. Pero de todos modos los escuchas, y les das los ánimos y consejos que son cabalmente posibles en tu universo. Muchas veces no estás de acuerdo con lo que dicen, no le ves el propósito que ellos le encuentran, o simplemente no crees que vaya a resultar de la forma en que ellos lo visualizan... pero ya sea por amistad, mera camaradería -o para ahorrarte horas y horas de explicaciones necias- te pones de su lado y los apoyas en medida de lo posible.

De repente te escuchan hablar, pensar en voz alta, o despotricar en contra de la vida. Inmediatamente se yerguen todos en contra de tu pesimismo y mala disposición. Te dicen que hay que estar abiertos, que la vida es bella, que tú también puedes, que bla bla bla, cualquier sarta de comentarios positivos que lleguen a su boca antes que a su cerebro, y te los embarran como si realmente te interesaran, o como si tuvieras alguna queja de vivir en el lado oscuro, o de ver el vaso medio vacío.

Pero entonces, un buen día se te ocurre a ti ver la vida como ellos la ven. De repente te pones en mente cualquier objetivo no tan macabro, y esperas lograr un resultado no tan fatalista. La vida deja de ser negra para ser gris rata, y te das cuenta que el pasado te pesa mucho, y decides aligerar la carga un poco. Pero ¡¡¡¡AH!!!! ¡¡¡¡Nunca se te hubiera ocurrido!!!! Entonces saltan todos en contra tuya diciéndote lo contrario a lo que zarandearon ante tus ojos con anterioridad: “¿Cómo se te ocurre?;” “se va a poner peor;” “ya sabes que así no funcionan las cosas;” “no quiero que termines lastimada;” "bla bla bla". Y ¡Téngale! Te regresan a la quinta potencia tu dosis diaria de pesimismo, provocándote un shock por hiperfatalismo que te deja la disposición en estado de coma por tiempo indefinido. Ya entonces se les acaba el optimismo a todos y, al verte fuera de tu entorno cotidiano, pierden el piso al ver que les hablas de nubes rosas y horizontes iluminados. Se tambalean y piensan que algo no está bien ¿Dónde quedó aquella persona obscura y taciturna cuya negación constante nos dió para comidillas por tanto tiempo?

Resulta entonces que te das cuenta que realmente no quieren verte feliz. Que la verdad les gusta el lado en el que estás, y se divierten de que veas la vida como la vez. Si ingresas a las filas suyas deade las que tanto tiempo te llamaron, resultas ser una extraña y te expulsan por falta de empatía. ¿Quién los entiende?

Al final de cuentas supongo que así son las cosas. Yo seguiré con este conato de positivismo mío que tan bien me ha sentado últimamente. Si están ahí para entender lo que les digo y querer ponerse de mi parte, como ya algunos lo han hecho –hola, Árpius- pues muchas gracias, y no me dejen. Los que no, váyanse mucho a chingar a su madre, y acuérdense de las veces que he estado para sobarles las contracturas de su madreada moral y/o autoestima, y ojalá que el dios vengativo del viejo testamento vaya y les jale los pies en la noche cuando descansen en sus apacibles camitas, después de haber tenido un día lleno de alegría y regocijo ¬¬.

Pero ojalá, y ojalá-ojalá, que si sienten el más mínimo afecto por mi deshumanizada persona, tengan a bien unirse a mi “causa” y apoyarme, aunque sea someramente.

Creo que he llegado al punto en que lo necesito.



-Y no. No estoy deprimida, ni embarazada, ni me voy a casar próximamente, ni tengo ningún tipo de desorden mental ¬¬ -

Paz
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