Las publicaciones en este blog están protegidas por los derechos de autor

jueves, 31 de diciembre de 2009

Dosmilnuevedades!

Pues bien, parece ser que las pastillas hicieron su efecto y estoy lista para venir a escupir mis apreciaciones dosmilnueveanas…


Supongo que esta vez el recuento es muy diferente al del año pasado, sobre todo porque las expectativas que le tenía reservadas a este fueron asquerosas y para nada prometedoras.


Y de hecho así empezó el 2009, de forma asquerosa –y agregaría “repugnante”-. Gasté la primera mitad del año sufriendo en vano por cuestiones sentimentales. Estuve encerrada en una burbuja de amargura, tristeza y hostilidad. –Vaya que me hiciste sufrir, por cierto… quizá estemos a mano :P-


El año fue tan irrelevante en sus inicios, que solía sorprenderme en determinado momento dándome cuenta que no tenía una bitácora pormenorizada de los acontecimientos del año que transcurría, y comprendía, también, que no habían ocurrido las cosas emocionantes y completamente nuevas del año anterior.


Pero en fin, en la segunda mitad tomé decisiones que me fueron tan difíciles como necesarias, y ¡TÉNGALE! salí airosa. Me reencontré con aspectos que había dejado de lado y decidido ignorar deliberadamente, quizá porque va mejor con mi personalidad.. no lo sé.


En fin, para no hacer el cuento largo, de pronto el año se puso bien chido. El final ha sido exactamente lo opuesto al inicio, tengo planes, expectativas e incluso tranquilidad –algo por demás subestimado en estos días- , porque, además de “reencontrarme” con aspectos –míos- que deseaba ignorar, he conocido otros que, esos si, no tenía la menor idea de que existían o eran remotamente posibles.


He crecido, mis estimados, he crecido como no tengan una idea y, aunque también lo ignoren –e incluso aunque no lo quieran creer-, soy una persona bien pinche diferente a la que conocieron, y la verdad.. me gusta :D.


Bienvenido el 2010, y ¡¡AGUAS!! ¡¡¡Porque va a estar con requetemadres!!!


-Espero que también esté así el de ustedes :D-


Mis mejores deseos para todos, en esta etapa del año –nuevo y viejo- y en todas.

Chévere.

martes, 29 de diciembre de 2009

Post Mortem

[Para algún día]





Me he mordido tantas letras tuyas
que ya ni me sabe la sangre de los labios










-inserte aqui la entrada definitivia-

domingo, 20 de diciembre de 2009

Conclusión Apológica

De pronto tengo la vida tan plena y tan incierta, que me da miedo. No sé en qué punto terminé parada en donde estoy, cargando estos pesos en mi espalda y sobándome las coyunturas de las alas. He aprendido –como nadie- que hay que tener cuidado con lo que se quiere y se pide –TODO lo que se quiere y se pide-, pues se corre el riesgo de obtenerlo básicamente en bandeja de plata.; que hay que pensar las cosas tres veces, más aun cuando implican a personas que amas; que mirando en retrospectiva todo tiene solución, y que veinte años no es nada. Esto no quiere decir, en lo absoluto, que entienda yo los motivos obscuros que mueven las fuerzas del Universo; los planes divinoides que rigen las cosas; el afán del destino de gozar y joder en intérvalos irregulares.

Estoy parada aquí, en medio de la nada; un ala rota y la otra erguida; un ojo turbio y el otro resplandeciente de fe. Estoy parada aquí, donde quizá yo quise encontrarme. Conforme con mi suerte e irritada con mi afán.

He crecido tanto. Soy y tengo tantas cosas que me faltaban. Puedo con tanto más ahora, que me sorprendo de mi talla tan pequeña. Tengo tantas ganas de escupirle a –él- mundo que soy capaz de lo entonces inimaginable que si no fuera por el miedo a insostener mi palabra, ya habría empeñado en mi empresa hasta la última molécula de mi ser.

Estoy aquí, caray, incierta. Sin saber qué quiero o si quiero, si he perdido o gané. Supongo, entonces, que no pueden tenerse respuestas. Que no hace falta estar en un lugar específico o en una determinada condición. Quizá, entonces, “estoy” –a secas-; quizá, entonces, “existo”; quizá, llanamente “soy”.





.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Éter



Afortunado aquel que tenga el tiempo para perderlo. Para tomar baños eternos en las ciénegas que le crucen el paso, -sean de éter o de cualquier otra cosa-. Para contemplar los astros libertinos con los pies en la tierra y la voluntad en las nubes.

Quién tuviera el tiempo para verlo pasar a lo lejos e ignorarlo. Para invertirlo en un par de piernas blancas o despilfarrarlo en letras sin entendimiento.

Para irse con los versos a otro lado. A la tierra de las ciénegas de éter, los árboles anónimos, y los hombres con defectos.




.