Pues bien, parece ser que las pastillas hicieron su efecto y estoy lista para venir a escupir mis apreciaciones dosmilnueveanas…
Supongo que esta vez el recuento es muy diferente al del año pasado, sobre todo porque las expectativas que le tenía reservadas a este fueron asquerosas y para nada prometedoras.
Y de hecho así empezó el 2009, de forma asquerosa –y agregaría “repugnante”-. Gasté la primera mitad del año sufriendo en vano por cuestiones sentimentales. Estuve encerrada en una burbuja de amargura, tristeza y hostilidad. –Vaya que me hiciste sufrir, por cierto… quizá estemos a mano :P-
El año fue tan irrelevante en sus inicios, que solía sorprenderme en determinado momento dándome cuenta que no tenía una bitácora pormenorizada de los acontecimientos del año que transcurría, y comprendía, también, que no habían ocurrido las cosas emocionantes y completamente nuevas del año anterior.
Pero en fin, en la segunda mitad tomé decisiones que me fueron tan difíciles como necesarias, y ¡TÉNGALE! salí airosa. Me reencontré con aspectos que había dejado de lado y decidido ignorar deliberadamente, quizá porque va mejor con mi personalidad.. no lo sé.
En fin, para no hacer el cuento largo, de pronto el año se puso bien chido. El final ha sido exactamente lo opuesto al inicio, tengo planes, expectativas e incluso tranquilidad –algo por demás subestimado en estos días- , porque, además de “reencontrarme” con aspectos –míos- que deseaba ignorar, he conocido otros que, esos si, no tenía la menor idea de que existían o eran remotamente posibles.
He crecido, mis estimados, he crecido como no tengan una idea y, aunque también lo ignoren –e incluso aunque no lo quieran creer-, soy una persona bien pinche diferente a la que conocieron, y la verdad.. me gusta :D.
Bienvenido el 2010, y ¡¡AGUAS!! ¡¡¡Porque va a estar con requetemadres!!!
-Espero que también esté así el de ustedes :D-
Mis mejores deseos para todos, en esta etapa del año –nuevo y viejo- y en todas.
Chévere.