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miércoles, 29 de diciembre de 2010

sábado, 9 de octubre de 2010

De lunes a domingo

Yo podría amarle de lunes a domingo. Verle sonreir, dormir y llorar a horas y destiempos. Yo podría serle la existencia leve e insoportable, vivirle en el amor de las putas tristes. Podría, incluso, leerle en un café algún poema atropellado; esquivarle la vista y no rozarle los labios.


Yo podría llamarlo poeta; verle Don Juan y soñarle perfecto. Podría coserle en los labios los hilos desdeñados de los amores que me rasgan; colgarle en las pupilas los balcones en que amanezco; tatuarle en los sentidos el aroma de mi desamor.


Yo podría serle verso desrimado y prosa cuadrada. Sueño, pasión, y verano en la noche; Shakespiare y Dickens; delirio y razón.


Yo podría serle pluma, lienzo, arcilla. Yo le amaría poeta, vagabundo, ruiseñor.















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miércoles, 8 de septiembre de 2010

lunes, 30 de agosto de 2010

Mi nombre en sus labios

Eva.

[E-V-A.]


Me crean sus labios, su lengua al bailar con sus dientes.


[Eva].


Soy y existo en la curva de su voz, en el telón de su garganta.


[EVA].


Qué deleite es mi nombre en su boca, en su timbre, en sus nudos abiertos.


[E…V…A].


Vivo en tres letras, las más dulces y vivas de las letras cuando él las funda. Las esculpe. Las modela.


¡Eva! Qué placer me da ser EVA! -Eva en sus labios, Eva en su mundo-. Eva en los oídos colmados de su voz, de su firma audífona de murmullos y gemidos.


[E….va].


Me paren sus labios. Eva. Me dibuja su lengua. Eva. Me pintan sus dientes. ¡Eva! Vuelo en su pecho. ¡EVA! Estallo en su garganta. […Eva…]




“Te extraño, Eva. Te quiero, Eva. Eva mía. Mi Eva.”








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domingo, 16 de mayo de 2010

El fantasma de la partidocracia

Mira, Alex, soy bien buena onda: un fragmento.

Lástima, te tocó la suerte de leer puras citas.

Meche: listo, he publicado "algo".



El término “partidocracia” surgió de la denominación italiana “partitocrazia”, que a principios de los sesentas entendía como tal a “las críticas que se hicieron recaer sobre los siguientes temas, relacionados todos con la actividad de los partidos en sus vínculos con el Estado; la merma del cuerpo electoral en su capacidad de toma de decisiones, como consecuencia del monopolio de los partidos; la práctica que consiste en obstaculizar los procesos de la legítima formación de la voluntad estatal, suplantada por los pactos y acuerdos entre los partidos; el desprestigio de la clase política y la aniquilación de la independencia de los legisladores en lo individual, la injerencia de los partidos en los órganos del Ejecutivo”.[1]

Diego Valadés considera que entre los factores que contribuyen a percibir negativamente a los partidos –y al Congreso-, derivando por ende en la desconfianza ciudadana, se encuentran “el interés de los medios por desprestigiarlos […]; la exacerbación de las tensiones propiciadas por el gobierno, con el Congreso y los partidos, para transferir a éstos las consecuencias de la ineptitud gubernamental; la incapacidad del Congreso para conducir proyectos viables de reformas institucionales y los numerosos episodios de corrupción en los partidos”[2]. En este sentido –señala el autor- , el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México realizó una encuesta sobre cultura constitucional; en los últimos tres lugares, -es decir, los organismos que mayor desconfianza generan-, se encuentran los diputados federales, la policía, y los partidos.[3] En opinión del autor, la desconfianza generada por estos factores, lleva a las sociedades a intentar “ciudadanizar” los procesos e instituciones políticos, considerando que la falta de relaciones con los partidos significa “una especie de certificado de calidad moral”, lo cual no únicamente se observa en las instituciones y organismos electorales, sino que se extiende a la ostentación de “candidatos ciudadanos” que algunos postulantes han realizado.

Como señalamos con anterioridad no han sido pocas las ocasiones en que se enlaza a las candidaturas independientes con la partidocracia y la consecuente falta de confianza en los partidos políticos; algunos autores, incluso, consideran que el abstencionismo es un fiel reflejo de la desprestigio de los organismos de interés nacional que ya no representan a los ciudadanos; “la gente opina que los partidos sólo buscan su bienestar e intereses, alejados cada vez más de los ciudadanos que no militan en ellos y aun en los que son sus miembros”[4].



[1] CALISE, citado por DE LA PEZA, J.L., “Candidaturas Independientes”, en “Tratado de Derecho Electoral Comparado de América Latina”, 2a. Ed. Nohlen, et al, comp. México, Fondo de Cultura Económica, 2007. Pp 613.

[2] VALADES, D. “Problemas Jurídicos de las Precampañas y las Candidaturas Independientes”

[3] CONCHA, H., et al, “Cultura de la Constitución en México”, México, UNAM, 2004, pp 62.

[4] LOPEZ LENA Cruz, H. Iniciativa de reforma que modifica el artículo 218 numeral 1 (…), disponible en http://www.gob.mx/wb/egobierno/egob_Iniciativas_de_Ley fecha de consulta 15 de febrero de 2010.

jueves, 11 de febrero de 2010

martes, 19 de enero de 2010

Tarda -número V-

Tarda.

Yo te espero.


Disfruto a veces de tu ausencia de días, de noches y tardes. Disfruto del amor que sospecho tenerte; del dolor que me causas y del miedo que me cuestas.


Disfruto de no amarte en lo absoluto. Del adiós este que tengo en la punta de la lengua. Del beso que no te he dado y del tiempo que me falta contigo.


Tarda, mi bien, no te preocupes. Yo mientras tiemblo frente a la ventana donde no apareces. Tirito con el frío de tu incertidumbre y con la violencia de tu paz.


Fáltame. ¿Qué serían los días sin tu amor para añorarle? ¿Qué serían los besos sin tu ausencia, la tristeza si tú estás? ¿Quién sería mi antes y después, corazón, si no te tardas? ¿Qué valor tendrían la vida y la desgracia si no sufriese de ti?


Tarda, mi bien, que yo espero. No espero nada, pero espero.








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miércoles, 6 de enero de 2010

Rescatado del Olvido

A un amor perdido

y un amigo ganado



Lo conocí una noche oscura -de esas coincidencias caprichosas y sarcásticas que se le presentan a uno de vez en cuando- Yacía desparramado e inherte sobre una silla de jardín… invisible, superior y sobrehumano. Su hablar era sereno y absoluto, como si la oscura noche fuera eterna y única. Una noche sólo para hablar despreocupadamente, beber cerveza a sorbos y sobreexistir.

Y ahí estaba yo. Sorprendiéndome maravillada con su perfil estampado en el rojo cantina de la pered del tugurio; con el mundo inexistente fuera de la sucia puerta de madera, disfrutando su aroma y bebiendo embelesadamente su conversación. Carajo, estaba maravillada. Encandilándome con el brillo acuoso de sus ojos perdidos; resbalando graciosamente por el costado de su nariz perfecta y hundiéndome en los desvaríos exactos de su sinrazón. ¡Puta! ¡Qué embelezo tan folclórico y acigarrado, qué dicha tan etílica, qué somera infinidad!



sábado, 2 de enero de 2010

...Ya que estamos en eso


El final se acerca ya
Lo esperaré serenamente
Ya ves, yo he sido así
Te lo diré sinceramente
Viví la inmensidad
Sin conocer jamás fronteras
Jugué sin descansar
Y a mi manera.

Jamás viví un amor
Que para mí fuera importante
Tomé sólo la flor
Y lo mejor de cada instante
Viajé y disfruté
No se si más que otro cualquiera
Si bien todo esto fue
A mi manera.

Tal vez lloré, tal vez reí
Tal vez gané o tal vez perdí
Ahora sé que fui feliz
Que si lloré también amé
Puedo seguir hasta el final
A mi manera.

Quizás tambien dudé
Cuando yo más me divertía
Quizás yo desprecié
Aquello que yo no comprendía
Hoy sé que firme fui
Y que afronté ser como era
Y así logré vivir a mi manera.

Porque sabrás que un hombre al fin
Conocerás por su vivir
No hay por qué hablar, ni qué decir
ni recordar, ni qué fingir
Puedo seguir hasta el final
A mi manera.