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martes, 19 de enero de 2010

Tarda -número V-

Tarda.

Yo te espero.


Disfruto a veces de tu ausencia de días, de noches y tardes. Disfruto del amor que sospecho tenerte; del dolor que me causas y del miedo que me cuestas.


Disfruto de no amarte en lo absoluto. Del adiós este que tengo en la punta de la lengua. Del beso que no te he dado y del tiempo que me falta contigo.


Tarda, mi bien, no te preocupes. Yo mientras tiemblo frente a la ventana donde no apareces. Tirito con el frío de tu incertidumbre y con la violencia de tu paz.


Fáltame. ¿Qué serían los días sin tu amor para añorarle? ¿Qué serían los besos sin tu ausencia, la tristeza si tú estás? ¿Quién sería mi antes y después, corazón, si no te tardas? ¿Qué valor tendrían la vida y la desgracia si no sufriese de ti?


Tarda, mi bien, que yo espero. No espero nada, pero espero.








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miércoles, 6 de enero de 2010

Rescatado del Olvido

A un amor perdido

y un amigo ganado



Lo conocí una noche oscura -de esas coincidencias caprichosas y sarcásticas que se le presentan a uno de vez en cuando- Yacía desparramado e inherte sobre una silla de jardín… invisible, superior y sobrehumano. Su hablar era sereno y absoluto, como si la oscura noche fuera eterna y única. Una noche sólo para hablar despreocupadamente, beber cerveza a sorbos y sobreexistir.

Y ahí estaba yo. Sorprendiéndome maravillada con su perfil estampado en el rojo cantina de la pered del tugurio; con el mundo inexistente fuera de la sucia puerta de madera, disfrutando su aroma y bebiendo embelesadamente su conversación. Carajo, estaba maravillada. Encandilándome con el brillo acuoso de sus ojos perdidos; resbalando graciosamente por el costado de su nariz perfecta y hundiéndome en los desvaríos exactos de su sinrazón. ¡Puta! ¡Qué embelezo tan folclórico y acigarrado, qué dicha tan etílica, qué somera infinidad!



sábado, 2 de enero de 2010

...Ya que estamos en eso


El final se acerca ya
Lo esperaré serenamente
Ya ves, yo he sido así
Te lo diré sinceramente
Viví la inmensidad
Sin conocer jamás fronteras
Jugué sin descansar
Y a mi manera.

Jamás viví un amor
Que para mí fuera importante
Tomé sólo la flor
Y lo mejor de cada instante
Viajé y disfruté
No se si más que otro cualquiera
Si bien todo esto fue
A mi manera.

Tal vez lloré, tal vez reí
Tal vez gané o tal vez perdí
Ahora sé que fui feliz
Que si lloré también amé
Puedo seguir hasta el final
A mi manera.

Quizás tambien dudé
Cuando yo más me divertía
Quizás yo desprecié
Aquello que yo no comprendía
Hoy sé que firme fui
Y que afronté ser como era
Y así logré vivir a mi manera.

Porque sabrás que un hombre al fin
Conocerás por su vivir
No hay por qué hablar, ni qué decir
ni recordar, ni qué fingir
Puedo seguir hasta el final
A mi manera.