domingo, 20 de noviembre de 2011

El desamor es una urgencia total. Insensible. Insaciable. El desamor es el desequilibrio maniático que a todos llama desde el fondo de la inconciencia. ¿Cuánta felicidad sería soportable en un cuerpo? Es necesario abrir un hueco en el alma y echarlo todo a la mierda de vez en cuando; un boquete para que se hunda la nave: ¡DIOS! ¡Las eternas desgracias de los buques que llegan a puerto! ¡Los miserables que ignoran los corazones gangrenados! ¡Los que no han sentido los ojos supurantes de sanguijuelas repletas!

¡Qué tragedia esta de las almas plenas y felices! ¡Qué desperdicio de existencia la de los amorosos de París y buenas noches! De los hijos vehementes de Dios y sus espinas germinadas.

El desamor es un salvavidas en medio del océano derrotado. -El que no bate ni lucha. El que no vive-. Es la cuerda que rescata en la cima del monte conquistado. La asfixia que encuba del primer aliento. La gota de sangre que descompensa el corazón.





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domingo, 13 de noviembre de 2011

A Adriana

Verla ella es como mirar a un espejo opaco, empañado, quebradizo. Es como escuchar golpeteos de alas murciélagas en las paredes de la memoria. [¿Son sus ojos los míos? ¿Es su amor el nuestro?]

Verla es como sangrar su dolor en mis palmas; tocar sus clavos, su corona de espinas en mi propia frente.

Verla a ella, a su disposición de cupido en primavera, es revivir el amor que enterró sueños en el cementerio de mi cadera; en la vacante mortuoria en medio de mis senos de escarcha. [¿Son sus plegarias las mías? ¿Es mi temblar su esperanza?]

Verla a ella es sufrir de nuevo el más feliz e impío de los idilios. La devoción más inicua que jamás se haya sentido.

Verla a ella y sus yemas rotas, su labios morticios por el choque de los besos amoroso y furtivo. [¿Será su destino el mío? ¿Es mi desamor su duelo?]






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