
Se va. Ha dicho que se va; que se ha cansado de la lejanía; las noches solas; la comodidad. Las mujeres hermosas le han podrido la pupila, las calles tranquilas lo han enervado, el aire limpio lo ha empezado a asfixiar. Quiere irse. Para huir de todos y de nadie; para purgar sus penas en otras latitudes; enterrar los recuerdos en un suelo más blando que el de su corazón. ¿Yo? Yo no puedo pedirle que se quede, -ni animarlo a que se vaya-; ni sonreírle con un pañuelo blanco en la mano; ni darle la espalda para no verlo marchar. ¿Yo? Yo no pensaré en eso hasta que no haya forma de volver atrás.
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2 comentarios:
Este post me huele a que lo leeré mucho en los proximos días, no lo sé.
Hola Marta.
Nos vemos el miércoles.
lejos lo qeremos...
"Der Norden für die Bewohner des nördlichen Landesteils"
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