¿ Amor ? ¿ A-mor ? Si no es de un perfúme francés no sé de lo que me estás hablando... ¿Qué no escuchaste el monólogo ese de sustituir con niños a los huevos con jamón...?
¿ NO ? Pues qué lástima entonces, querido... pero yo no uso loción.
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miércoles, 27 de febrero de 2008
domingo, 24 de febrero de 2008
¡Mil veces puta!
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Y yo mientras me sigo ahogando en su indiferencia, en sus saludos fríos y conversaciones insulsas; en sus ojos opacos, sus oidos sordos, su superación... ¡Puta! ¿Cómo puede alguien morir tan rápido, conducirse con tales maneras, respirar con tanta serenidad? ¡Puta y mil veces puta! Como si mi pequeño dolor no fuera suficiente para mitigarle la dicha, extirparle los besos aterciopelados, sangrarle la paz... ¡Puta-puta-puta! ¡Puta Él y su mirar de acero! ¡Puta su cochina serenidad expiatoria! ¡Puta su nunca Jamás!
domingo, 17 de febrero de 2008
Patriotismo Legislativo Extrangerizante
Las leyes en México son como el Inglés...
se escriben de un modo, pero se pronuncian de otro
martes, 12 de febrero de 2008
El Sabio Dolor

Hoy conocí otro dolor. Un dolor ajeno y pequeñito; de manos fuertes y aire continuo; de sueños amplios y dorado perfil.
Hoy sufrí por ti. Con toda la grandeza que cabe en tus 50 centímetros; con tu brillo resplandeciente de primaveras rosas y domingos; con tus huellas de seda enredadas en el terciopelo del azar.
Y sufrí por ti. Por tu respiración trémula en el seno de la vida; por tu indefensión obstinada ante murallas y cortinas; por tus hilos pendientes del siempre y del jamás.
Hoy sufrí por ti. Con toda la grandeza que cabe en tus 50 centímetros; con tu brillo resplandeciente de primaveras rosas y domingos; con tus huellas de seda enredadas en el terciopelo del azar.
Y sufrí por ti. Por tu respiración trémula en el seno de la vida; por tu indefensión obstinada ante murallas y cortinas; por tus hilos pendientes del siempre y del jamás.
Mi niña, sin llamarte mía hoy por tus sueños se turbó mi paz.
Y por ti sufrí, aunque reía. Y mordí mis uñas y sangré mi día por vivir tu soplo y envidiar tu mirar; por sentir a tu madre extasiada en tus caricias; escuchar fluir el aire en el rescoldo de tu risa; ver volar tus sueños y volando alto, soñar…
Y por ti sufrí, aunque reía. Y mordí mis uñas y sangré mi día por vivir tu soplo y envidiar tu mirar; por sentir a tu madre extasiada en tus caricias; escuchar fluir el aire en el rescoldo de tu risa; ver volar tus sueños y volando alto, soñar…
Hoy sufrí por ti, mi niña… y sin llamarte mía, tras tus pasos siempre verás mi andar.
domingo, 10 de febrero de 2008
Este puto momento
Se se se... ya se yo que las cosas mejoran en algún punto... ¿No he sido yo la asidua pregonera de esa teoria de "hazte a un lado y deja pasar"? Yo no lo he negado en ningún momento; ni he andado por el mundo rasgando mis ropas, o abriéndome el pecho... no no no, nunca yo.
Sé que debo hacerme a un lado y dejar pasar a este pequeño e insignificante instante en el tiempo; que las cosas tomarán su camino algún momento; que después de tormenta siempre hay paz... He escuchado y creído todas esas idioteces con que los esperanzados gravan su frente. He escuchado y creído sus buenos deseos, e incluso manchado mi lengua con su hollín... pero ah, maldita sea, en este puto momento, cómo disfruto sufrir.
miércoles, 6 de febrero de 2008
Sangría
No no no. No era sangre. Sí era una de esas sustancias vitales de las que la gente habla... pero no, sangre no. ..
Miro mi remera indiferentemente. Justo debajo del viejo corazón, el líquido ese, -sospechoso, amoratado, fluoresente- resbala por entre la C y la O de mi gráfica protesta social. Sangre no, -¿cómo sangre?- eso solo lo tienen los mortales y los enamoradizos, -los disparos al corazón a mí me producen cosquillas-, las hemorragias letales son para los justos y piadosos... los seres como yo comemos niños en el desayuno y en las noches nos reímos de la segunda guerra mundial. La sangre no nos brota con sutilezas tan triviales... amor y alegría son un par de leyendas tan lejanas como Sodoma y Gomorra, no tenemos tiempo de preguntarnos si alguna vez existieron o con qué alimento se deben de acompañar. Los seres como yo no conocemos a tan fluído personaje, conocemos la pus y las larvas, el alcohol y el cigarro, el dos-tres y el mal... sangrar es un lujo reservado a los que no tienen nada que ganar.
Los seres como yo, faltos de nada, tenemos todo por ganar.
Miro mi remera indiferentemente. Justo debajo del viejo corazón, el líquido ese, -sospechoso, amoratado, fluoresente- resbala por entre la C y la O de mi gráfica protesta social. Sangre no, -¿cómo sangre?- eso solo lo tienen los mortales y los enamoradizos, -los disparos al corazón a mí me producen cosquillas-, las hemorragias letales son para los justos y piadosos... los seres como yo comemos niños en el desayuno y en las noches nos reímos de la segunda guerra mundial. La sangre no nos brota con sutilezas tan triviales... amor y alegría son un par de leyendas tan lejanas como Sodoma y Gomorra, no tenemos tiempo de preguntarnos si alguna vez existieron o con qué alimento se deben de acompañar. Los seres como yo no conocemos a tan fluído personaje, conocemos la pus y las larvas, el alcohol y el cigarro, el dos-tres y el mal... sangrar es un lujo reservado a los que no tienen nada que ganar.
Los seres como yo, faltos de nada, tenemos todo por ganar.
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