Hoy escuché, casi como revelación de un recuerdo olvidado, la canción aquella que es tuya y mía, pero no nuestra. Aquella que cantaste en zaguanes y jardines, y agitaste como bandera ante mis ojos dilatados.
Hoy la canción me sepa tal vez a un grato recuerdo, o quizá me de gracia recordar sus letras en tu voz.
Puedo decir a mí favor, que respiro a pulmón abierto, tengo toda la libertad que quiero, y que estoy en paz, más que en ninguna otra ocasión.
Hoy la canción me sepa tal vez a un grato recuerdo, o quizá me de gracia recordar sus letras en tu voz.
Puedo decir a mí favor, que respiro a pulmón abierto, tengo toda la libertad que quiero, y que estoy en paz, más que en ninguna otra ocasión.
Con mi forma de ser no nos metamos, -bien sé que nunca has comprendido la más mínima parte de mí.- Si puede o no hacerse algo, nuestra paranoia lo va a impedir.

Estoy casi dispuesta a decir que lo siento...
pero no es así...
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1 comentario:
odio la paranoia... el hostigamiento bipolar, la abulia, la depresión y demás...
pero qué chidas son para la inspiración
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