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sábado, 30 de agosto de 2008

Hasta aquí.

Será la primera vez que te escriba alcoholizada. Y espero terriblemente, que sea la ultima.
No voy a esforzarme editando, paro no perder el toque etílico de la amargura de mis palabras. (¿Será eso una contradicción en los términos?)

Blah. Me he cansado de amarte y maldecirte esporádica y repetidamente a lo largo de este tiempo. –no. No se cuanto es, no me importa, no quiero saberlo. Estoy harta de imaginarte todo, de ilusionarme cual colegiala. Estoy harta de tí.

¡En serio! Es increíble que a estas alturas, en estos momentos, alce las yemas de mis dedos –porque no la voz- para decirte y concluir que me enferman tus "devezencuando", que me sulfuran tus inconsistencias, que me harta mi esperanza y mi desamor.

No te quiero. No te necesito. He vivido sin ti, y pese a ti viviría, pese a tus mariposas y tu endorfina, a tu amor magno, a tu redención incondicionada. No eres nada, y nada quiero que seas. No eres nada y nada serás.

Estoy harta de ti y mis esperanzas. De mis sueños positivos, de mis convicciones absurdas. ARGH!!! Real y alcoholizadamente estoy harta de ti!!

Se acabó. Te acabaste. Hasta aquí.

1 comentario:

mmm no se como ponerme dijo...

Te faltó "no voy a editarlo para no perder la torpeza e insipidez etílicas" pero eso hubiera sido mucho pedir porque estabas alcoholizada, torpe e insípida.